lunes, 8 de junio de 2009
El refugio del fútbol: Barcelona.
Por Matías Ruffet.- En el fútbol ganar es el objetivo principal del juego, pero existen diversas formas para arribar al éxito. Las necesidades de los equipos y el resultadismo imperante generan que el fútbol actual se vuelque al terreno de la mezquindad, por lo que las acciones con triangulaciones, juego asociado y la pelota al piso se redujeron considerablemente. El rigor táctico y el despliegue físicos son necesarios para apuntalar a un conjunto, pero cuando estos elementos aparecen como los únicos fundamentos por los que se puede llegar a la victoria, las chances de crecer pueden coartarse. Por otra parte, los equipos que sólo cimentan sus expectativas en nombres propios que por apariciones esporádicas desnivelen, también reducirán considerablemente sus probabilidades de evolucionar.
La defensa absoluta ni los ataques descordinados son caminos fiables en la búsqueda del triunfo. Por lo tanto, el equipo que amalgame despliegue, verticalidad, inteligencia y contundencia será, en cualquier contexto, el que siempre esté más cerca de la senda del éxito. La temporada 2008/09 demostró que, a pesar de que muchos conjuntos renuncien a buscar el arco rival, todavía hay un equipo que, sin ingenuidades y con fortaleza entre sus líneas, tiene una propuesta diferente: Barcelona.
Los dirigidos por "Pep" Guardiola deslumbraron en la Liga Española, ganaron la Copa del Rey y, con la fuerza necesaria para afrontar un torneo internacional, se impusieron en la Liga de Campeones de Europa. Sin renunciar a sus principios, el "Barça" se aseguró en Roma ante el Manchester una triple corona que, más allá de traducirse en los podios, se plasmaba en todos los terrenos de juego.
La seguridad de la defensa, con Carles Puyol como estandarte y sostén del joven Piqué (quien se ensambló correctamente a la última línea), la calidad de Rafael Márquez, y el constante ida y vuelta de Dani Alves y Abidal, fue una garantía para el funcionamiento del conjunto. La aparición de Víctor Valdés en las últimas instancias de la Champions hicieron que el portero se redimiera de errores pasados, además de que obtuviera su segundo premio Zamora (a la valla menos vencida en la Liga).
La zona de gestación del juego no partió desde los tres cuartos de cancha, sino desde el centro del campo, donde Iniesta y Xavi (siempre auxiliados por Touré Yaya o Keita) manejaron criteriosa e incisivamente la pelota, marcaron goles importantes gracias a su buena pegada desde media y larga distancia y, con muchísima ductilidad, siempre asistieron con precisión a los integrantes de una delantera que perdurará en el recuerdo: Messi, Eto´o y Henry.
El delantero argentino se destacó porque su habilidad y desenfado sirvieron para quebrar cerrojos defensivos. En su temporada consagratoria, el rosarino fue el goleador del Barcelona, con 38 goles. Sus compañeros en la ofensiva, Samuel Eto´o y Tierry Henry, jugaron en gran nivel, haciendo pesar su experiencia, olfato goleador y astucia, por lo que anotaron 36 y 26 tantos respectivamente.
Entre Liga, Champions y Copa del Rey, "Barça" fue el conjunto más goleador de Europa, con 153 goles a favor y tan sólo 55 en contra. Perdió un encuentro en la fase de grupos de la Champions, terminó invicto en la Copa del Rey y apenas cayó en 5 de sus 38 cotejos por Liga. En total de las tres competencias, el equipo de Guardiola ganó 41 partidos, empató 13 y perdió 8. La ofensiva más poderosa, la defensa menos vulnerable y el mediocampo más vistoso del fútbol mundial.
El Barcelona de "Pep" enaltece al fútbol, porque no se contagió de los que destruyen el juego y se dedicó a brindar espectáculos en todos los terrenos. El Real Madrid lo sufrió en el Estadio Santiago Bernabeu, donde el 6-2 encabezado por Messi, Henry y compañía dio a los "Culé" certificado de equipo de fuste. Lo celebra Catalunya, por pasión y fanatismo; pero también lo festeja el mundo futbolero, porque aún queda un refugio para los que se animan a más.
Roger Federer: Mística y eternidad.
Por Matías Ruffet.- El objetivo era trascender más allá del tiempo, y sus lágrimas conmovieron a sus seguidores tras la derrota contra Rafael Nadal en la final del Abierto de Australia. Lejos de sostener su "cara de póker", Roger Federer lloraba ante todo el mundo. Abatido, desilusionado por no haber alcanzado a Pete Sampras en cantidad de Grand Slams obtenidos (14), el helvético dejaba a un costado su inmutabilidad y se lamentaba por no llegar a su objetivo.
Después de aquel golpe anímico, Roger no se reencontraba con sus mejores facetas dentro de la cancha y, mientras se acrecentaba la figura casi inexpugnable de Nadal, el suizo parecía caer en una peligrosa curva descendente. Sin embargo, quienes marcan una época en cualquier disciplina cuentan con una característica que los hace diferentes: la mística.
Debido a ese fuego sagrado que habita en su sangre y se traslada a su raqueta, Federer fue contra todos los pronósticos y comenzó su reencuentro con los éxitos en la previa a Roland Garros al ganar Masters de Madrid. Ante Nadal, quien se erigió en muchas ocasiones como su verdugo, Roger ganó su primer trofeo de 2009 y demostró a los exitistas que, en Roland Garros, no debería ser descartado como favorito. Aunque su nivel no era el mejor en comparación con el de otras temporadas, sumó a su calidad inalterable mayor temple en la adversidad.
Secar las lágrimas de Australia; ése era el objetivo de Federer. Que su frustación aflorara en el primer Major del año debía suplirse con un título en un torneo de la misma envergadura. Por primera vez desde 2004, el tenista con más títulos de la actualidad llegó a Roland Garros como segundo preclasificado. Los analístas, los fanáticos y hasta algunos jugadores, pensaban que la competencia era por el segundo lugar, ya que "Rafa" Nadal (cuádruple campeón), parecía invencible en la tierra batida de París. Pero un día el imperio del número 1 cayó en la tierra que supo dominar Napoleón. El domingo 31 de mayo, en el estadio Phillip Chatrier, Nadal tuvo su Waterloo ante Robin Soderling.
La caída del máximo favorito ratificaba que llegar como máximo favorito al segundo Grand Slam del año era un obstáculo. Nadal, quien por primera vez era el número 1 del escalafón mundial, quedaba fuera y fortalecía la ilusión de que Federer ganara por primera vez el único Major que le faltaba. La tensión del suizo fue indisimulable, pero a fuerza de calidad y coraje para revertir partidos difíciles, Roger arribó por cuarta vez consecutiva al partido cumbre del certamen.
A diferencia de las últimas tres ediciones, Federer no tenía enfrente a Nadal, pero quien intentaría arrebatarle la Copa De Los Mosqueteros era Soderling; justamente el verdugo de "Rafa". En el inicio del partido el marcador evidenció el peso de la experiencia: Con un primer servicio infalible y claridad para jugar cada pelota, el suizo dejaba en claro que su pulso estaba acostumbrado a las finales de Grand Slam (19). Soderling era la contraposición: Errático, sin saques ganadores ni tranquilidad, evidenciaba que estaba disputando su primera final en un Major.
El 6-1 a favor del número 2 del ránking lo ponía a un par de mangas de la gloria. La lluvia copiosa amenazaba con suspender momentaneamente el partido que Roger siempre esperó. El segundo set se equilibró, ya que Soderling comenzó a acertar con sus disparos y Federer no pudo quebrarle el saque. Después de que un intruso irrumpiera en la cancha y se dirigiera hacia el helvético, quien se quedó estático quizás sorprendido por la situación, el juego transcurrió sin mayores diferencias entre los protagonistas. La resolución llegó mediante un tie-break en el que, otra vez, la jerarquía de los contendientes fue gravitante. Con cuatro aces, Federer se impuso por 7-1 en el desempate.
La gloria se intuía. El Phillip Chatrier se convertía en el marco de un hecho histórico para el tenis. El comienzo de la tercera manga fue similar al del primer set: Federer quebró el servicio de su oponente, mantuvo el propio y se alejó en el marcador. La consagración se acercaba numéricamente y la ansiedad tensionó a Federer, quien se apresuró y debió "levantar" dos puntos para quiebre. Después de la alarma pasajera, Roger sacó con potencia, y Soderling no pudo devolver la pelota correctamente. La red se sacudió y el partido terminó.
Bajo la lluvia parisina, para Roger Federer salió el sol. Fue entonces que él lloró, otra vez. Sus lágrimas no estuvieron motivadas por una caída como la que había sufrido en el Rod Laver Arena ante Nadal. Esta vez, sus lágrimas plasmaron la conmoción y alegría que le generó haberse convertido en el máximo ganador de Grand Slams (junto a Sampras) y unirse al selecto grupo de campeones de todos los Majors (como Rod Laver, Donald Budge, Fred Perry, Roy Emerson y Andre Agassi).
Con esta nueva conquista (la 59 de su carrera), el suizo reforzó su vínculo con la eternidad deportiva. El incremento de los pergaminos de quien simboliza la habilidad y la elegancia dentro de la cancha, aportan mayores argumentos para esgrimir que, en la primera década del nuevo milenio, el mundo está ante el mejor tenista de todos los tiempos.
domingo, 7 de junio de 2009
Roland Garros: Roger Gigante.
Por Gastón Delbono.- Contradiciendo el conocido refrán que reza que la tercera oportunidad es la vencida, Roger Federer ha ganado su primer título de Grand Slam en Roland Garros en su cuarta final consecutiva. En esta oportunidad y a diferencia de las tres finales anteriores, el suizo no tuvo como oponente al español Rafael Nadal. Su rival de turno fue el sueco Robin Soderling, quien había derrotado al mallorquín número 1 del mundo en los octavos de final. El partido decisivo, cuya duracion no paso la hora y media de juego, tuvo parciales de 6-1, 7-6 (1) y 6-4 a favor de Federer, por lo que se podría decir que este marcador expresa las relativas dificultades que tuvo el suizo para superar al sueco revelación del torneo, quien a partir de hoy será el jugador número 12 del ranking. Al arribar a court central de Roland Garros a las 15 (hora de Francia), Federer tenía una doble oportunidad: Ganar su primer título de Grand Slam en polvo de ladrillo y alcanzar al estadounidense Pete Sampras con 14 honores en Majors. Seguramente, Roger fue conciente de haber alcanzado esto logros en el momento que Andre Agassi, último jugador en lograr los cuatro títulos mayores del tenis, le entregó la ansiada copa de los mosqueteros. Es innegable que Federer y Sampras igualan cuantitativamente la cima de los jugadores con más títulos de Grand Slam, sin embargo es posible decir que el suizo goza de una ventaja cualitativa con respecto al estadounidense, ya que Pete nunca ganó en París. Entre lágrimas y sonrisas, el helvético ha arribado a un estado de beneplácito dado que ya es considerado por muchos como el mejor jugador de tenis que ha habitado el mundo del deporte blanco. Las consecuencias de este tipo de opiniones seguramente se acerquen a un potenciamiento del juego del suizo antes que una relajación, sin embargo esto es sólo un punto de vista que a lo sumo será puesto ante el tribunal de la verdad dentro de dos semanas en el torneo britanico de Wimbledon.
Los números de Federer.
Grand Slams ganados.
* Wimbledon 2003.
* Australia 2004.
* Wimbledon 2004.
* US Open 2004.
* Wimbledon 2005.
* US Open 2005.
* Australia 2006.
* Wimbledon 2006.
* US Open 2006.
* Australia 2007.
* Wimbledon 2007.
* US Open 2007.
* US Open 2008.
* Roland Garros 2009.
Su labor en los últimos 20 "grandes".
2004 :
Wimbledon: Campeón (superó a Roddick).
US Open: Campeón (superó a Hewitt).
2005:
Australia: Semifinalista (perdió con Safin, quien salió campeón).
Roland Garros: Semifinalista (perdió con Nadal, quien salió campeón).
Wimbledon: Campeón (superó a Roddick).
US Open: Campeón (superó a Agassi).
2006:
Australia: Campeón (superó a Baghdatis).
Roland Garros: Finalista (perdió con Nadal).
Wimbledon: Campeón (superó a Nadal).
US Open: Campeón (superó a Roddick).
2007:
Australia: Campeón (superó a González).
Roland Garros: Finalista (perdió con Nadal).
Wimbledon: Campeón (superó a Nadal).
US Open: Campeón (superó a Djokovic).
2008:
Australia: semifinalista (perdió con Djokovic, quien salió campeón).
Roland Garros: Finalista (perdió con Nadal).
Wimbledon: Finalista (perdió con Nadal).
US Open: Campeón (superó a Murray).
2009:
Australia: Finalista (perdió con Nadal).
Roland Garros: Campeón (superó a Soderling).
sábado, 6 de junio de 2009
Eliminatorias: Que no se caiga en un pozo
Por Matías Ruffet.-La Selección Argentina recibirá a Colombia en un terreno de juego que no está a la altura del partido a disputarse, y buscará un triunfo que le permita mantenerse entre los primeros cuatro de la clasificación sin depender de otro resultado. Debutará Mariano Andújar, Verón estará desde el inicio y el tridente Messi-Agüero-Tevez será la carta ofensiva del equipo.
Desde que Diego Maradona declaró que "la cancha de Fiorito estaba mejor" que el césped del Monumental, recrudeció un debate sobre la importancia que, desde la AFA, se le da al seleccionado mayor. Contratos multimillonarios por publicidad, venta de más entradas y el fortalecimiento de un imperio que rueda con la pelota, atentan contra las posibilidades de los jugadores del equipo de Maradona.
Los recitales a los que el campo de juego del estadio Monumental ha sido "sometido" potencian las chances de los conjuntos que no quieren jugar la pelota al piso y se basan en la presión que genere errores del rival. Esta tarde, Argentina necesitará los tres puntos para mantenerse entre los primeros cuatro de las posiciones en caso de que Uruguay (hasta el momento en zona de Repechaje) le gane a Brasil en el estadio Centenario.
Después de la derrota ante Bolivia, Argentina quiere un cambio de imagen y fortalecer el vínculo con su público, por lo que deberá responder con firmeza en sus líneas, no descuidar las bandas ya que su rival tiene jugadores muy rápidos y, además, tendrá que estar atento a las condiciones del campo de juego. En Europa, el piso es clave para llevar a cabo ejecuciones rápidas y precisas con las que el balón corra con facilidad, ¿lograrán lo mismo hoy en el campo "minado" del Monumental?
Para afrontar con tranquilidad el encuentro ante Ecuador por la fecha 14 y no caer en ningún "pozo anímico", Argentina debería conseguir un triunfo esta tarde; el césped (el sano y el pintado) se erige como un factor preponderante. ¿La AFA arriesgará a los jugadores y el posible potencial del equipo hasta tanto no se de un resultado desfavorable en cancha de River? Hasta el momento, el equipo de Maradona parece ser, en los pasillos de la entidad que rige el deporte que apasiona a millones de argentinos, solamente una marca que se vende al mejor postor y no una prioridad.
viernes, 5 de junio de 2009
Tenis: Richard Gasquet habló sobre su suspensión por Doping
París (Télam).- Cuatro semanas después de que se conociera su doping positivo por cocaína, el tenista francés Richard Gasquet rompió el silencio al otorgar una entrevista al diario deportivo L’Equipe en el que señaló que nunca consumió dicha droga.
“Ahora sé que esa noche alguna de las otras tres personas presentes me puso cocaína, que esa noche circuló por nuestra mesa. Comprendo las sospechas, pero lo repetiré las veces que sea necesario: nunca tomé esa porquería”, aseguro Gasquet a L’Equipe.
La estrategia del 23 del mundo y ganador de cinco títulos en su carrera pasa por negar una ingesta voluntaria y sostiene que fue contaminado por un beso con una mujer o que alguien le puso la droga en su vaso. Según expertos, la estrategia es poco creíble teniendo en cuanta la cantidad de cocaína encontrada en su sangre (1,45 microgramos por mililitro), lo que supera largamente lo permitido por la Federación Internacional (0,5 microgramos).
El “pequeño Mozart”, como se lo conoce en Francia, dio positivo en el Masters 1000 de Miami, torneo del que se retiró por lesión pero luego de asistir a una fiesta en una discoteca al día siguiente fue convocado para un control antidopaje sorpresivo por lo que corre el riesgo de ser suspendido durante dos años.
Gasquet, que dejó entrever que no debería ser sancionado por no haber participado del torneo, comparecerá ante la ITF en Londres el próximo 29 de junio y, dos semanas más tarde, el organismo que rige el tenis mundial dará a conocer su veredicto.
El tenista francés, de 22 años, escogió el coqueto marco del club Lagardere Paris Racing, dentro del Bosque de Boulogne, frente a Roland Garros para brindar una entrevista exclusiva al prestigioso diario deportivo. Lagardere, uno de los empresarios industriales más ricos de Francia, es el representante de Gasquet y puso a su alcance un nutrido grupo de abogados, dos expertos en comunicación y hasta un detective “para investigar el complot que sufrí esa noche”, dijo el tenista. Inclusive, L’Equipe reconoce que la entrevista fue releída y corregida por los abogados del tenista.
jueves, 4 de junio de 2009
Diego Armando Maradona: Pasión de multitudes.
Por Matías Ruffet.- Oh juremos con gloria morir!...La estrofa final del himno puede traer a la memoria de los argentinos el recuerdo de grandes próceres; hombres capaces de trascender las barreras de la mortalidad para perpetrarse en el corazón y la identidad del pueblo. Más allá de no haber librado batallas que dieran a la América oprimida su independencia, o viajar por el continente con sus ideas como bandera, Diego Armando Maradona forma parte de un grupo selecto de hombres que han pasado a ser un mito. Desde su ubicación dentro del campo de juego, el "Diez" sabe que ha cumplido la premisa del canto patriótico y aún así, va por más con la Selección.
Sus primeros partidos como director técnico del conjunto nacional incrementaron las expectativas de todos los amantes del fútbol y las arcas de quienes manejan un negocio imperial. Los triunfos ante Escocia y Francia en Europa generaron la ilusión de un porvenir próspero. El debut oficial de tuvo un marco acorde a los logros que Diego brindó a la patria futbolera y, la contundente victoria sobre Venezuela , propició que los aplausos se multiplicaran. Sin embargo, la derrota categórica que Argentina sufrió en Bolivia enfrió los halagos y le dio rienda suelta a los críticas, tanto a las reflexivas como a las meramente resultadistas.
Tal como dice la Bersuit, "del éxtasis a la agonía oscila nuestro historial" y, como si fuera una constante en su vida, Maradona ya se topó en su corto período como seleccionador nacional con el placer y el dolor. Su verborragia lo ha erigido como dueño de frases célebres y de otras tristemente objetables. La vida, la historia, y la construcción que muchos han hecho de que es un Dios terrenal (y seguramente más de una vez lo ha perjudicado), generan que todo hecho vinculado a él acapare una atención masiva. Así es Maradona. Es ese apellido que representa en la mente a toda una Nación; es él ese estandarte que despierta admiración en distintas latitudes y por el que vibran muchos corazones.
Desde este espacio, en el que se intenta escapar a los conceptos extremistas y resultadistas, es menester reconocer a quien fue capaz de hacer aflorar la sensibilidad del más parco y poner de rodillas, con un balón, a los poderosos. Aunque en su camino las contradicciones sean moneda corriente, y a pesar de que algunas de sus afirmaciones sean tan fallidas como los intentos de los ingleses por voltearlo a patadas en el Azteca, no hay dudas de que él es un ícono de la pasión, de esa adrenalina necesaria para trascender, de ese amor por los colores que se hizo eco en cada gambeta.
El sábado se sentará en el banco y se pondrá de pie la patria futbolera. La tarde del "Monumental" marcará un nuevo reencuentro de Diego y su gran amor, la Selección.
Sus primeros partidos como director técnico del conjunto nacional incrementaron las expectativas de todos los amantes del fútbol y las arcas de quienes manejan un negocio imperial. Los triunfos ante Escocia y Francia en Europa generaron la ilusión de un porvenir próspero. El debut oficial de tuvo un marco acorde a los logros que Diego brindó a la patria futbolera y, la contundente victoria sobre Venezuela , propició que los aplausos se multiplicaran. Sin embargo, la derrota categórica que Argentina sufrió en Bolivia enfrió los halagos y le dio rienda suelta a los críticas, tanto a las reflexivas como a las meramente resultadistas.
Tal como dice la Bersuit, "del éxtasis a la agonía oscila nuestro historial" y, como si fuera una constante en su vida, Maradona ya se topó en su corto período como seleccionador nacional con el placer y el dolor. Su verborragia lo ha erigido como dueño de frases célebres y de otras tristemente objetables. La vida, la historia, y la construcción que muchos han hecho de que es un Dios terrenal (y seguramente más de una vez lo ha perjudicado), generan que todo hecho vinculado a él acapare una atención masiva. Así es Maradona. Es ese apellido que representa en la mente a toda una Nación; es él ese estandarte que despierta admiración en distintas latitudes y por el que vibran muchos corazones.
Desde este espacio, en el que se intenta escapar a los conceptos extremistas y resultadistas, es menester reconocer a quien fue capaz de hacer aflorar la sensibilidad del más parco y poner de rodillas, con un balón, a los poderosos. Aunque en su camino las contradicciones sean moneda corriente, y a pesar de que algunas de sus afirmaciones sean tan fallidas como los intentos de los ingleses por voltearlo a patadas en el Azteca, no hay dudas de que él es un ícono de la pasión, de esa adrenalina necesaria para trascender, de ese amor por los colores que se hizo eco en cada gambeta.
El sábado se sentará en el banco y se pondrá de pie la patria futbolera. La tarde del "Monumental" marcará un nuevo reencuentro de Diego y su gran amor, la Selección.
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